Enamorados de los bares de Almería: febrero 2015

lunes, 16 de febrero de 2015

CASA PUGA

Un chato de vino y unas gambas con gabardina en la barra de mármol, donde Adolfo o Juan apuntan la cuenta a lápiz; en la pared, los sobres de Carlos Uhler, las botas de vino de Albuñol y los jamones colgando del techo, las fotografías en blanco y negro de parroquianos muertos que por esta tasca con solera centenaria han pasado.
Cierra Casa Puga el 28 de marzo, la taberna decana de la calle Jovellanos de Almería. Han sido 106 años de abolengo ininterrumpido entre las botillerías de la ciudad. Allí se ha bebido y se ha tapeado en tiempos de República, Dictadura y Monarquía. Sobre el serrín de su suelos, entre sus azulejos andaluces, entre chato y caña, los hombres de Almería fueron envejeciendo y los muchachos madurando, como el néctar de La Contraviesa. Cierra Puga sin saber aún si abrirá en otro lugar, dejando huérfanos a centenares de almerienses que han buscado en este bar el tipismo perdido de la vieja ciudad conventual.

El dueño del añejo local es José Navarro Berenguel, propietario de farmacias. Con la nueva normativa de alquileres, el plazo del nuevo contrato que establece el dueño a los arrendatarios, Leonardo y José Martín López, es de un año con una revisión de la renta. Leo Martín explica que “con ese plazo no podemos hacer planes y tenemos que dejarlo, no es un problema de renta, sino de tiempo necesario para regentar el negocio, por ello, aunque tenemos hasta el 31 de diciembre, lo dejaremos el 28 de marzo, antes de Semana Santa, no sabemos qué pasará entonces con el local”.

La voz de Almeria